¿Qué es el control coercitivo?
El control coercitivo es un patrón continuo de abuso emocional, psicológico y económico por parte de una persona, con el fin de controlar y dominar a otra. En el contexto de la Ley contra la violencia doméstica, este tipo de abuso se aplica a las personas que están o estuvieron casadas o en una relación sentimental, las que comparten hijos y las que viven o han vivido juntas. El control coercitivo puede utilizarse para amenazar o interferir en la vida, la seguridad y los derechos humanos de la víctima.
Las ordenes de restricción por violencia doméstica y el control coercitivo
El control coercitivo se añadió recientemente a la lista de factores que un tribunal de primera instancia debe considerar al decidir si se otorga una orden de restricción final. Para obtener más información sobre el proceso de obtención de una orden de restricción, vea Cómo se solicita una orden de restricción. En la ley, el control coercitivo se divide en ocho categorías diferentes. Una situación puede cumplir solo un factor, o puede cumplirlos todos. Este artículo analiza estas diferentes categorías y proporciona ejemplos. La sección en la Ley para la Prevención de la Violencia Doméstica donde se añadió esto es N.J.S.A. 2C:25-29a.
El Código de Justicia Penal de Nueva Jersey N.J.S.A. 2C:25-29a
Al considerar la necesidad de dictar una orden de restricción, el tribunal tendrá en cuenta, entre otros, los siguientes factores:
¿Cómo sé si mi situación encaja en una de las categorías de “control coercitivo”?
A continuación, se explican con más detalle las categorías de control coercitivo descritas en la ley.
Categoría A
Aislar a la persona de amigos, familiares, transporte, atención médica u otras fuentes de apoyo
El aislamiento es una herramienta utilizada para controlar y limitar las conexiones de una víctima con el mundo exterior. Esto puede significar restringir o impedir por completo el acceso a amigos, familiares, transporte e incluso a la atención médica. Un agresor puede hacer esto diciéndole a la víctima que no le permite hablar o ver a sus familiares y amigos en absoluto, o monitoreando sus interacciones. Esto podría extenderse a los lugares de culto, cuando el agresor impide que la víctima asista a los servicios religiosos. Puede quitarle las llaves a la víctima o decirle que no puede salir de la casa sin él. Otro ejemplo de esto es cuando el abusador traslada a la víctima, que no puede conducir, a un lugar donde no hay acceso al transporte público, por lo que se ve obligada a depender del abusador para ir a cualquier lugar. Por último, el acceso a la atención médica también puede utilizarse contra la víctima. Un abusador podría negarse a llevar a la víctima al médico o no permitirle ir sola. Incluso si la víctima está enferma o tiene citas para cosas como la atención prenatal, el abusador podría impedir su acceso al tratamiento.
Categoría B
Privar a la persona de las necesidades básicas
Las cosas básicas que las personas necesitan para sobrevivir incluyen alimentos, agua, vivienda, ropa y acceso a la atención médica. Un abusador podría intentar controlar a la víctima limitándole o quitándole completamente estas cosas. Un abusador que es el único sostén de la familia podría negarse a comprar comida para la familia o restringir el acceso a ella. En cuanto al agua y la vivienda, un abusador puede negarse a pagar las facturas del agua, la electricidad o el alquiler. Esto pone a la víctima en un estado de crisis, ya que ahora se tendrá que preocupar por tener una vivienda estable y segura. En cuanto a la atención médica, el abusador puede limitar el acceso de la víctima a los cuidados médicos negándose a llevarla a citas médicas cuando sea necesario, o impidiéndole recibir cualquier tipo de tratamiento médico.
Categoría C
Monitorear los movimientos de la persona, las comunicaciones, el comportamiento diario, las finanzas, los recursos económicos o el acceso a los servicios
Otro aspecto del control coercitivo es cuando el abusador vigila a la víctima. Esto incluye a dónde va, con quién habla, sus finanzas y más. El abusador podría decirle que no se le permite ir a ciertos lugares o puede rastrear su ubicación usando una aplicación telefónica o un dispositivo de rastreo. Puede revisar el teléfono de la víctima para ver con quién ha estado hablando, qué ha estado buscando en internet, etc., y limitarle con quién puede hablar o qué puede compartir en las redes sociales. En cuanto a las finanzas, un abusador puede prohibirle a la víctima gastar dinero, puede quitarle todo el dinero que esta gana con su trabajo, o puede tener el dinero en una cuenta a la que la víctima no tenga acceso.
Categoría D
Obligar a la persona mediante fuerza, amenazas o intimidación, incluyendo, entre otras, amenazas basadas en su estatus migratorio real o presunto
El abusador puede usar la fuerza, las amenazas, o el miedo relacionado con el estatus migratorio de la víctima para hacer que la víctima haga lo que él quiera. Esto puede lograrse mediante amenazas de llamar o denunciar ante los funcionarios de migración, haciéndole creer a la víctima que puede ser deportada o tener problemas con la ley. Un abusador podría decir cosas como: “Si no sigues mis instrucciones, voy a llamar a ICE” o “Puedo llevarte a la estación de policía en este momento y te enviarán de vuelta”. Otras amenazas podrían incluir no presentar documentación en nombre de la víctima o amenazar con retirar una solicitud pendiente. Es posible que la víctima no sepa cuáles de estas amenazas son falsas y cuáles planea llevar a cabo el abusador, lo que hace que viva con miedo y ansiedad constantes de que algo le suceda.
Categoría E
Amenazar con presentar o presentar informes infundados a la policía, los tribunales, la División de Protección y Permanencia Infantil (DCPP) dentro del Departamento de Niños y Familias, la Junta de Servicios Sociales, Inmigración y Control de Aduanas (ICE) u otras entidades
Como una forma de mantener el control, el abusador puede tratar de involucrar a las agencias gubernamentales para perjudicar a la víctima. Un ejemplo de esto sería llamar al 911 para hacer acusaciones falsas sobre la víctima, o llamar a la policía para que se hagan controles de asistencia social a la víctima sin ninguna razón. El elemento clave aquí es que la información que el abusador está proporcionando a estas agencias es falsa. Mientras el abusador siga llamando y diciendo que está preocupado por la seguridad de alguien, la policía continuará inspeccionando. Otro ejemplo sería el abusador que presenta denuncias falsas ante el DCPP sobre los hijos de la víctima. Este puede alegar que hay abuso o que el hogar no es seguro para los niños, incluso si este no es el caso, lo que podría resultar en una investigación llevada a cabo por el DCPP. Una vez más, esta categoría se refiere específicamente a las amenazas de llamar o llamadas que se hacen, y al abusador que miente sobre la información que está proporcionando, con alegaciones que no tienen base real.
Categoría F
Amenazar con causar daño o matar a un familiar o una mascota del individuo
Los abusadores pueden usar el temor de la víctima a que sus familiares o mascotas resulten heridos como una forma de control. El abusador sabe que la víctima se preocupa por estas personas/animales y, aunque es posible que no tema por su propia seguridad, no quiere que se lastime a sus seres queridos. Un ejemplo podría ser: “Si no me haces caso, le haré daño a tu madre” o “Haz lo que digo o golpearé a tu hermano”. Con respecto a las mascotas, el abusador puede amenazar con lastimar o matar a la mascota de la víctima o con dejarla salir para que se escape. Los animales pueden ser una fuente de apoyo emocional para las víctimas, y los abusadores pueden tratar de manipular el afecto que la víctima tiene hacia una mascota mediante el uso de estas amenazas.
Categoría G
Amenazar con negar o interferir con la custodia o el horario de visitas paternas o maternas de un individuo, excepto cuando se trate de la ejecución de un acuerdo de custodia válido o una orden judicial de conformidad con la Ley vigente, incluyendo, entre otras, una orden emitida de acuerdo con el Título 9 de los Estatutos Revisados
El abusador también puede tratar de usar a los hijos como una forma de mantener el control sobre la víctima. Si hay una orden de custodia o un plan de visitas establecido, puede tratar de usarlo en su beneficio. Esto se refiere específicamente a las órdenes judiciales válidas que se han dictado en relación con los hijos en común. Para aquellos que están separados o tienen un hijo en común, podría sonar como “Como me has hecho enojar, no voy a dejar que los niños tengan una visita contigo”; o, “Voy a asegurarme de que te quiten a los niños”. Otro ejemplo podría ser que el abusador se niegue a cumplir las condiciones establecidas en el acuerdo sobre el horario de visitas. Este puede retener a los niños más tiempo del que se le asigna en la orden o tratar de recoger a los niños fuera del horario acordado. También podría incluir conductas destinadas a interrumpir el horario laboral o la vida social de la víctima. A través del uso de los hijos, el abusador se enfoca en personas por las que la víctima se preocupa para causarle más dolor, incluso cuando no puede causar un daño a la víctima directamente.
Categoría H
Cualesquiera otros factores o circunstancias que el tribunal considere relevantes o importantes
Esta categoría está diseñada para abarcar cualquier cosa que no esté cubierta en ninguna de las categorías anteriores. El control coercitivo se manifiesta de muchas formas, y la ley tiene como objetivo asegurar que las víctimas puedan presentar sus casos, incluso si su situación no está específicamente establecida en el estatuto. Un ejemplo que encajaría en esta categoría es el caso de un abusador insistiendo en que todas las facturas / gastos compartidos estén solo a nombre de la víctima, o solo a nombre del abusador. Si solo están a nombre de la víctima, esto hace que la víctima sea responsable de las deudas en caso de que el abusador no cumpla con el pago, incluso para cuentas que pueden ser solo para el uso del abusador. Si todo está a nombre del abusador, esto limita el acceso de la víctima a cuentas e información que puede ser importante para ella. Otro ejemplo es no permitir que la víctima ponga una contraseña en sus dispositivos o exigir acceso a sus dispositivos en todo momento para mirar su contenido y monitorear la actividad de la víctima. Este comportamiento también podría incluir que un abusador actúe deliberadamente para que la víctima llegue tarde al trabajo, amenazando su empleo. Los abusadores pueden ser creativos y encontrar muchas maneras de mantener el control.
Creo que mi situación encaja en estas categorías, ¿qué debo hacer?
Si tiene una orden de restricción temporal y va a participar en una audiencia para solicitar una orden de restricción final, considere las categorías anteriores. Si aplican a su situación, usted puede compartir ejemplos durante su testimonio ante el tribunal para apoyar su solicitud de una orden de restricción final. Los ejemplos de control coercitivo deben ser breves, con el fin de que el tribunal se haga una idea de la naturaleza de su relación con el abusador. El enfoque principal de su testimonio debe ser los actos más recientes de violencia doméstica, porque un tribunal no puede emitir una orden de restricción final basada solo en el control coercitivo.
Una de las cosas más difíciles que un sobreviviente puede hacer es dar ese primer paso y reconocer que la situación en la que se encuentra es dañina y perjudicial para ella. A menudo hay historia, apego e incluso amor que le hacen sentir que está conectada con el abusador, y hace que parezca imposible escapar. Sin embargo, hay pasos que los sobrevivientes pueden tomar para salir del abuso y el control que los ha mantenido atrapados e impotentes. Hay recursos disponibles para los sobrevivientes, que van desde asistencia financiera y vivienda hasta ayuda legal y terapia.
Esta información se actualizó el: Dec 4, 2025